Masturbarme para él

Avui s'estrena amb nosaltres Enigmàtica Audrey, una nova col·laboradora en aquest bloc. Us pengem aquest relat que de ben segur us omplirà el cos d'agradables sensacions

No hay nada que me excite mas que masturbarme para él por webcam. Y sé que a él también.

Llevábamos unos días sin hablar por msn y lo extrañaba bastante... así que en su ausencia le había enviado algunas fotos mías muy sugerentes en ropa interior.

Al cabo de unos dias lo encontré conectado y pusimos la cam. Como casi siempre empezamos a hablar de lo que nos había pasado en días anteriores y de como nos encontrábamos. Pero poco a poco y como siempre llegamos al tema del sexo. Le pregunté si mis fotos le habían gustado y me contestó que si. Después le pregunté que parte de mi cuerpo le gustaba más y me contestó que mi sonrisa... pero lo que le excitaba más era mi culo y mi boca...

Manteníamos esta conversación mientras yo estaba en el trabajo y aun me quedaban unas horas para terminar y ya nos estábamos sintiendo bastante excitados y eso a él le encantaba... tengo que reconocer que a mí también.

Dejándome llevar por el tono subido de la charla y sus constantes provocaciones, mi sexo empezó a mojar mis braguitas y aún mas porque estaba recién depilado y esto hacía que el roce de ellas con mi clítoris y los labios hinchados aumentara aún más mi excitación.

Mientras tanto iba contándole como me sentía y lo mojada que estaba. Le pregunté, sabiendo lo excitado que él también estaba, que si le había dado tiempo a que su pene se pusiera duro y me dijo que si. Yo ya había notado como crecia debajo de su pantalón. Me dijo que llevaba días sin masturbarse, así que mi mente imaginó que tendría mucho que ofrecer...

Él mientras tanto, seguía diciéndome todas las cosas que le gustaría hacer conmigo si me tuviera a su lado en ese momento... los dos estábamos ya muy calientes... pero ya no podíamos continuar jugando puesto que llegó la hora de salir de trabajar. Así que, le dije que si me esperaba un poco a que llegara a casa, podríamos jugar más... él aceptó.

Pasada media hora, llegué a casa, me volví a conectar y ahí estaba él, con su sonrisa encantadora como siempre. Me pidió que continuáramos la conversación por donde la habíamos dejado. Y que para continuar, le enseñara mis pechos para ir abriendo boca, ya que llevaba un rato esperándome con una buena erección. Me quité la camiseta y el sujetador poco a poco, mostrándole mis pequeños pero firmes senos, al tiempo que él se deshacía de ese incómodo pantalón que cada vez le apretaba, más y más...

Me dijo que si podría terminar de quitarme la ropa ya que ansiaba ver mi precioso cuerpo desnudo... Yo sin vacilar, acepté.

Podíamos ver en nuestras caras y en el brillo de nuestros ojos, cuánto nos deseábamos... y él así me lo decía: princesa, no sabes cuanto te deseo y lo que daría por estar ahora mismo allí....

Los dos, cada vez más excitados, comenzamos a acariciar nuestros sexos, y yo empecé a introducir primero un dedo... luego dos... frotando también mi clítoris que ahora estaba en todo su esplendor…mientras él me acompañaba con palabras que me hacían enloquecer de placer... al tiempo que veía como su pene cada vez se endurecía más y más...

Me pidió por ultimo que si podía girarme y mostrarle mi precioso culo, ya que eso, terminaría de hacerlo explotar... yo sin pensarmelo, lo hice.

Sin parar de acariciar mi clítoris y apretando los muslos fuertemente para aumentar mi placer, entreabría mi boca y lanzaba gemidos imaginando como él me agarraría los pechos por detrás con sus grandes manos y me besaría el cuello y notaría su aliento cálido a la vez que me penetraba despacio primero, y más fuerte después...acallando mis gemidos cada vez más fuertes, tapando con una de sus manos mi boca....

Mmmmmm... bendito placer al introducir mis dedos corazón y anular en mi sexo, tal cual sería su penetración... empezando a meterlos y sacarlos, acompasando el movimiento de mi cuerpo a ese ritmo que cada vez, me poseía más...

Mas audibles mis gemidos, yo cada vez me sentía más morir... morir por él, por una pasión que sabía que de momento no podría disfrutar a su lado y quizás por eso, despertaba en mi una rabia que me lo hacía más deseable a cada momento.

De repente, perdí el control... mi cuerpo se enervó y de mis cuerdas vocales salió un grito como ninguno, un grito de pasión que se perdió en el ambiente, pero que me embriagó, como no recuerdo otro...

Para entonces él ya había explotado, lanzando todo su jugo sobre la mesa del ordenador...

Aún tengo la sensación de ese encuentro... y al escribir esto he vuelto a mojarme... No puedo esperar a que volvamos a repetirlo...

Col·laboració de l'Enigmàtica Audrey