Amb aquesta entrada s’inicia la col·laboració de Nerus en aquest bloc.
Ens assegura que les “converses de vestuari” són històries robades de casos
reals.
Después de saludarse y comentar un par de
cosas sin importancia, Rosario le dice a Puri te voy a contar una experiencia
que tuve en mi último viaje de trabajo a Marruecos. Después de conocer la
ciudad, me fui a una sala de fiestas, donde conocí a un español de treinta y
tres años residente allí, yo tengo veinticuatro, y después de bailar me invito
a su casa, lo que acepte encantada. Al rato de estar allí me entro un fuerte
picor en el coño. No quería rascarme, pero no tuve más remedio y él me vio y
dijo que tenía un remedio para esos picores.
Empezó a besarme y tocarme y cuando quise
darme cuenta me había desnudado y estaba chupándome las tetas y acariciándome
en lo más hondo. Se desnudo y cuando se le puso bien dura me di cuenta que la
tenía gigantesca, me dijo que treinta y dos centímetros de larga y tres y medio
de gruesa, pero que no me preocupara que me cabía toda. Me arrodillé apoyándome
con las manos en el suelo a la vez que abría las piernas todo lo que podía, y
él me la metió toda y comenzó a moverla con tal maestría que el placer que
sentí era intensísimo y cuando me corrí, aún mayor.
Fue extraordinario y, además él debió
echarme una gran cantidad de leche, estuve un rato que no veía de gusto. Luego
sacó un palo como de tres y medio centímetros de grueso, lo limpio y lo lleno
de aceite, se lavó su polla y la unto de naranja. Se tumbó boca arriba y me
coloco encima con su cabeza delante de mi coño y mi cabeza encima de su polla,
que al verla tan grande y tan cerca me tiré a degustarla como una loca.
Él me introdujo el palo en el coño y me
lo movía con una delicadeza y maestría tal, que aún me produjo más gusto que su
arma verdadera, pues sólo tardé ocho minutos en llegar a correrme con un placer
intensísimo. Mira Puri, al llegar a España me compré un palo de estos, si un
palo de azada, y me masturbo cada dos días y me produce un placer que la que no
lo ha experimentado no tiene ni idea. Te aconsejo que hagas lo mismo, no te
arrepentirás y repetirás con mucha frecuencia.
Si te decides a masturbarte te voy a
explicar como hacerlo. Te desnudas completamente y llenas el palo de aceite.
Siéntate en una silla o sillón de mimbre, apoyando la mitad del culo en el
borde y echas las piernas hacía arriba y ábrelas todo lo que puedas. Acaríciate
las tetas con una mano y el coño con la otra, y cuando estés excitada pensando
en un hombre con una polla muy larga, te introduces el palo hasta donde quepa,
moviéndolo de la forma que hacen los hombres, a la vez que con la otra mano te
acaricias el clítoris. Verás que placer tan fenómeno, te dirás, que no podías
pensar que una mujer llegara a experimentar semejante placer.
Bueno hasta la semana que viene, y si te
decides a comprarte el palo de azada, me comentas como te ha ido con la
experiencia de la masturbación. Adiós.
Col·laboració de Nerus
Nerus,
ResponEliminaHe estado leyendo tú historia y sin duda está fuera de lo común, creo que cualquiera desearía tener una experiencia de ese tipo, incluso creo que solo con ser partícipe de forma indirecta y poder compartirla aunque sea en los comentarios de un vestuario ya debe ser algo inolvidable.
Mi más sentida felicitación tanto al maestro que hizo descubrir nuevas formas de placer a esta señorita, como a ella misma por disfrutarlas y por su puesto a ti por el fantástico relato que nos has brindado.
;-)
Gracias por el comentario tan gratificante, y espero que los próximos relatos que publique sean tan buenos o más que el primero. Nerus.
EliminaDesde el Triangle, bloc eròtic, os agradecemos la interacción, esto ayuda a dar vida a este proyecto. Os agradeceríamos que, si entrais como anónimos dejeis en vuestro escrito vuestro nombre o àlias, de esta manera os podríamos reconocer en posteriores intervenciones vuestras. Gracias por visitarnos.
ResponEliminaesta tarde de domingo...me lo estoy pasand....mmm muy bien con vuestras historias... me encanta
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