divendres, 26 d’abril del 2013

Bocado de deseo

Aquella noche me sentía juguetona, llegamos a casa, era tarde, había tomado un par de copas de más, y el alcohol me excita y mucho, ya lo sabes. Riéndome pícaramente me fui desprendiendo de la ropa dirigiéndome a la habitación, me gusta que me mires mientras me desnudo para ti, estaba tendida encima de la cama, solo con ese tanga de encaje rojo que dejaba entrever mi pubis completamente depilado, como te gusta.

Con una sola mirada nos compenetramos a la perfección, no me di ni cuenta y estabas desnudo en la cama a mi lado, contemplándome, acariciando mi rostro, tus labios comenzaron a besar mi cuello “no, no el cuello sabes que no”, la respiración se entrecortaba, esos labios divinos bajaron lentamente hasta mi pecho, y los besos se tornaron pequeños mordisquitos haciendo que mis pezones se pusieran completamente duros esperando recibir más, pero no te detuviste ahí, seguías buscando algo, algo entre mis piernas que se abrieron esperando tus caricias y cuando quise darme cuenta tus dedos me penetraban, movimientos suaves al principio, de mi boca salían unos leves gemidos al ritmo que marcabas; por sorpresa paraste y me introdujiste uno de tus dedos, de esos que me hacían caricias dentro de mí hace tan solo un momento en la boca “Prueba, es tu sabor, estas muy húmeda”, chupe aquel dedo intensamente, “como sigas así te voy a dar otra cosa para chupar” me dijiste, entre gemidos de  placer exclame “Sí, lo deseo”, sin parar de tocarme, de jugar en mi interior metiste tu pene en mi boca haciéndome participe de esa gran erección que producen mis ganas en ti,  "ahora me toca a mí probar ese bocado" me susurraste al oído y bajaste de nuevo hasta el monte de Venus, de un tirón arrancaste mi tanga, tu lengua jugueteaba por todo mi sexo, arriba, abajo, haciéndome gozar con cada caricia, mientras esa barbita sexy de tres días me hacía gemir de un dolor placentero al rozar mi clítoris: "sí por favor", la excitación era máxima, quería el orgasmo, lo pedía a gritos, mi cuerpo se curvaba esperando recibir más, sentí de nuevo tus dedos dentro, fuera, una y otra vez, la lengua no paraba de darme placer, un placer divino: "no pares", mientras yo chupaba tu polla al mismo ritmo que marcabas en mi vagina, más, más, más,  nos dejamos llevar dándonos placer mutuamente, en un segundo el tiempo se paró, todos mis sentidos se agudizaron, el calor recorría mi cuerpo, dentro los movimientos se hacían más intensos, las piernas me comenzaban a temblar produciéndome un mareo de placer y pude experimentar uno de los mejores orgasmos que he tenido en mi vida, gracias............

Col·laboració de Fènix 13

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada